Todo lo que somos es la mezcla de las cosas que vivimos, lo que vimos, lo que sentimos, lo que aprendimos, todo eso es un hombre, un cúmulo de experiencias, y esas experiencias fueron vividas junto a otras personas porque nadie está solo en el universo. La obra de un hombre es invariablemente producto de esas experiencias, y por consiguiente en parte producto de las innumerables personas que acompañaron para bien o para mal su vida.
Es así que considero que todo mi trabajo no es la mera creación de un hombre solo en un mundo vacío, y por eso quiero agradecer a todos cuanto pueda en este espacio, por su colaboración en mi vida, y en mi trabajo.
Nadie más que mi vieja se merece el mayor de los agradecimientos, y no voy a pretender poner en palabras lo que siento porque no me alcanzaría la capacidad de la página para escribirlo, y porque supongo que todos debemos tener sentimientos similares para con nuestras madres, aquellos que la tengan viva, nunca dejen de hacerle saber cuanto la quieren, y a los que, como yo ya no la tienen, estén seguros de que parte de ella sigue con nosotros toda la vida. Y sus enseñanzas y mimos nos acompañan siempre.
A toda mi familia, aunque a muchos los veo poco ellos saben cuan importantes son.
A los amigos que han pasado por mi vida, los que veo todos los días y los que están lejos, gracias por acompañar tantas horas.
A la música, la que me acompaña todos los días mientras trabajo, y sobre todo al metal y su gente. Los que como yo entraron en la tercera década de vida, y alguna vez con un auricular en la cama escucharon al Ruso en “ La Heavy ” saben de lo que hablo. A la “H” (Hermética para los neófitos) porque gracias a ella entendí que al subirse a un escenario uno tiene que tener algo que decir, que agarrar un micrófono por más que nunca haya mucha gente abajo, implica pensar lo que se va a decir, y tratar de ser consecuente. A toda la gente con quien compartí alguna vez un escenario, gracias. A todos los que son o fueron IRA; Carlitos, Oscar, Leo, el Nano, Alejandro, gracias por los años que estuvimos juntos y ¡!!Vamos por más!!!! A Hernán y Seba por haberse arriesgado conmigo en Bélica, porque saben que mientras uno siga en pie la pelea continúa.
A Gustavo Miguens, el primero que confió en mi trabajo, para las “Camisetas del hincha” a Kevin Grevioux que me creyó el artista adecuado para hacer “Alius Rex” a William Christensen, quien no solo me dio trabajo en Avatar Press, sino que un día me pregunto si quería hacer 4 paginas de prueba para dibujar Lady Death (obvio que las hice, pero no las llegue a terminar porque ni bien hice dos, me mando el guión de “Lady Death: Abanndon all hope #4” para que empezara a dibujar) A Patrick Mims, por confiar en el estudio para sus proyectos; a todos ellos gracias. Pero si bien estas tres personas han sido muy importantes en lo poco que va de mi carrera, hay un tipo al que le debo realmente mucho, un tipo que me enseño que hay que perseverar aunque las cosas no vengan fáciles, que hay que hacer lo que uno quiere aunque no parezca que estemos llegando lo lejos que deseamos en el tiempo que deseamos, porque el éxito es hacer lo que a uno le gusta toda la vida, no importa si el reconocimiento no nos llega en los tiempos que todo el mundo supone que tiene que llegar, sino disfrutar cada momento de la vida haciendo lo que queremos, y fue así como el vivió, invirtiendo dinero de su bolsillo para mantener una editorial de comics, porque quería contar historias, dar su versión, la versión de un norteamericano que pensaba distinto y tocando hasta el ultimo momento con su banda, porque le gustaba, porque lo divertía, ese tipo se llamaba Doug Miers, junto a el hicimos un monton de cosas entre ellas: Gypsy Rose, Eggs on crack y Trench Monkey y puedo decir con orgullo que el único tatuaje que se hizo se lo diseñe yo, puedo decir con orgullo que aunque no tuvimos la oportunidad de conocernos personalmente, fue un gran amigo, y si existe un cielo espero que siga tocando y guiando mi mano. STAY HEAVY MY FRIEND!!!
A aquellos buenos profesores que me dejaron enseñanzas en los años de estudios.
A mis compañeros de Pampa Studio. Al Chino con quien un día pusimos Pampa Studio en un Hulk de Atlántica y ahí empezó todo y a Leo que se molestó en explicarme muchas cosas cuando muchos mezquinan enseñarte algo.
A Max y Seba Fiumara, dos exelentes artistas, y muy buenos tipos, gracias por ayudarme con los envios y recibirme con la mejor onda en su casa.
Mariano Taibo, que además de ponerle buena onda a cada día de trabajo, gracias a su talento con las tintas hace que mi trabajo luzca mucho mejor.
Y por último quiero agradecer a Mirta Fernandez quien estuvo a mi lado durante muchisimo tiempo y me ayudó en los peores momentos de mi vida y eso no lo voy a olvidar nunca .
Algo me han enseñado todas estas personas, y les debo un gran GRACIAS!!!.
Gabriel
1 comment:
Puta, no sé cómo llegué hasta este post, pero me hiciste moquear lña puta madre...
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